Toledo tuvo un mundial soñado

El argentino Braian Toledo finalizó 10° en la final de lanzamiento de jabalina del Mundial de Atletismo en Pekín (China). Y no es un mal resultado. ¿Por qué? Porque el bonaerense realizó la mejor lanzada de su corta trayectoria y cumplió uno de los objetivos: clasificarse a los JJ.OO de Río de Janeiro 2016. A esta joya en potencia todavía le queda mucho por dar en el deporte de alto rendimiento.


Toledo ejecutando uno de sus lanzamientos en la final. Gentileza: www.losandes.com.ar
Braian Toledo, que en días cumplirá 22 años, fue parte de un Mundial de Atletismo por primera vez. Y qué primera vez. Tuvo un debut soñado e impensado. En su primer lanzamiento -alcanzando los 83,32 metros- se ganó el boleto a los próximos JJ.OO de Río 2016 desplazando a su anterior mejor marca (el récord nacional de 82,90 metros). Además, se ganó el derecho a participar de la última fecha de la Diamond League, un torneo prestigioso del atletismo, el 16 de septiembre en Bruselas (Bélgica). Hay que aclarar que el atletismo, como otros deportes, se rige por marcas. Pueden ser de tiempo o metros, pero el desarrollo del atleta se mide de esa forma. No es ganarle sólo a los demás, sino superarse a sí mismo día a día y competencia a competencia. Y por eso el crecimiento de Braian no tiene techo. Continúa venciéndose a sí mismo y eso hace ilusionar con logros importantes para los próximos años.


Esta mañana, hora de Argentina, fue la final de la disciplina y no le fue muy bien a Toledo, en comparación a lo que fue el lunes. Dos días atrás había clasificado a la fase más importante con un sólo lanzamiento, con esos 83,32 metros. Dejó a todos boquiabiertos porque fue el primero de los atletas en quedarse tranquilo hasta el miércoles. Hoy bajó sus registros, aunque ante los mejores. En su primer tiro alcanzó los 78,27 metros. Después, en su segundo intento, lo superó sólo tres centímetros: 78,30 metros. Y en su última acción en el mundial trepó hasta los 80,27 metros. El resultado no importa. ¿Por qué? Porque Toledo ya había cumplido su cometido con lo hecho el lunes. Superó su mejor marca y vino con el agregado de la clasificación a los JJ.OO. No hay nada que reprocharle al oriundo de Marcos Paz. Además, hay que destacar que todavía no llegó a la edad de plenitud de los lanzadores de jabalina, que es a los 28 años aproximadamente.


"Estoy muy contento. Uno llega acá con otras expectativas. Lo que pude hacer estos días es muy importante para mí. Hay que seguir trabajando". Eso le decía Toledo a TyC Sports tras meterse en el top ten mundial de la disciplina. Y es así. Toledo realizó un mundial soñado para ser su primero y se llevó algo importantísimo para su desarrollo. Se fogueó con los mejores y no se achicó. Fue el primero en clasificarse en la final y después se enfrentó ante grandes atletas. Terminó 10° entre 12 lanzadores, pero eso no describe la experiencia que le propinó al argentino este certamen. Se llevó más buenas que malas de China. Y su mejoría, también, se debe al apoyo que le brinda el ENARD (Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo), sponsors y demás. Son fundamentales para los deportistas porque apuestan a ellos dándoles herramientas para potenciarlos. No sólo económicas, sino de todo tipo. Braian figura 22° en el ranking mundial y hoy se convirtió en el 10° del mundial. El desempeño está a la vista. Hizo una destacada presentación ante lanzadores que tienen mucha más experiencia en competencias importantes. Toledo, por su parte, el año que viene disputará su segundo juego olímpico. En Londres 2012 había finalizado 30° de 42 lanzadores, pero con 18 años.


Toledo tiene varios años por delante para alcanzar su plenitud profesional y eso es alentador. No se cansa de romper récords personales en la disciplina y va por más. El roce con los mejores le servirá y más la Diamond League del próximo mes. Todo suma de cara a los JJ.OO de Río 2016. Sin dudas Braian puede explotar más sus condiciones y demostrar por qué es una de las joyas del deporte argentino.

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Soy Técnico Superior en Periodismo Deportivo. Me recibí en 2014 en ETER, escuela de comunicación. Tengo 21 años, y soy ateo y apolítico. Humildad ante todo.

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